Errores comunes al implantar un ERP

Errores comunes al implantar un ERP

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La implantación de un sistema ERP (Enterprise Resource Planning) es un paso decisivo para cualquier empresa que quiera optimizar sus procesos, mejorar la trazabilidad y ganar eficiencia en su gestión diaria. Sin embargo, no todo es tan sencillo como instalar un software ERP y empezar a utilizarlo. Existen múltiples errores comunes al implantar un ERP que pueden llevar a una implantación fallida, retrasos, sobrecostes e incluso al abandono del proyecto.

En este artículo analizamos los errores más comunes al implantar un ERP, por qué suceden y cómo evitarlos, basándonos en la experiencia real de empresas que han pasado por este proceso.

¿Qué es un sistema ERP y por qué es necesario?

Un ERP es una plataforma tecnológica que integra en un único sistema la gestión de todas las áreas de la empresa como finanzas, contabilidad, compras, logística, producción, recursos humanos y más. Permite centralizar la información y automatizar procesos, lo que se traduce en decisiones más rápidas y precisas.

Implantar un ERP no es simplemente «instalar un software». Implica un cambio organizativo y cultural. Si se hace de forma correcta, puede convertirse en el motor de crecimiento de la compañía, pero si se hace de manera errónea, puede derivar en frustración para los equipos de la empresa y en pérdidas económicas, según la Agencia Tributaria.

Errores en la Planificación y Estrategia

Falta de planificación y objetivos claros

No definir qué se espera del ERP o establecer objetivos poco realistas puede desviar del objetivo final del proyecto. Acarreando una inversión improductiva y alargar el periodo de implantación del sistemas. A largo plazo, los equipos pierden confianza en el sistema y la adopción se ralentiza.

Selección incorrecta del software

Elegir una solución que no se adapta a las necesidades de la empresa o que no es escalable puede derivar en problemas a largo plazo. Además, puede provocar bajo rendimiento y futuros costes de migración si no se ha realizado correctamente desde un principio, pudiendo limitar la capacidad de crecimiento de la empresa y obligándola a realizar actualizaciones tempranas.

Subestimar los recursos

No considerar el tiempo ni el presupuesto necesarios para lograr el éxito del proyecto suele traducirse en plazos incumplidos y un incremento del gasto en futuras actualizaciones. Esto puede ocasionar costes excesivos y falta de personal capacitado para su implementación, llevando a sobrecargar a los equipos internos y reduciendo la calidad del proyecto.

Errores en la Implementación y Gestión

Falta de compromiso y liderazgo

No contar con el apoyo de la dirección y del hecho de contar con un líder del proyecto puede provocar que el proyecto no logre sus objetivos. Reduciendo la coordinación interna de la empresa y dificultando la toma de decisiones de forma rápida y eficiente, incrementando la desmotivación de los equipos internos de trabajo.

Migración de datos deficiente

No revisar ni depurar los datos antes de migrarlos puede llevar a errores, duplicidades e inconsistencias desde el inicio del proyecto. Generando un impacto en la calidad de la información disponible y provocando fallos en procesos críticos. Una migración sin control también puede retrasar la puesta en marcha y la calidad de los nuevos datos.

Gestión del cambio y capacitación inadecuadas

Ignorar la resistencia al cambio por parte del equipo y no ofrecer la formación necesaria a los empleados dificulta la adopción efectiva del sistema. Esto genera rechazo entre los usuarios y reduce la eficiencia. Sin capacitación, los equipos cometen más errores, desaprovechando las funcionalidades y ventajas que ofrece un ERP.

Mala comunicación

El hecho de no contar con una comunicación constante entre los implicados puede llevar a malentendidos y afectar negativamente a la implementación del sistema. La falta de información clara provoca decisiones incorrectas, retrasando la identificación y resolución de problemas que puedan ir surgiendo en el proceso.

Dependencia exclusiva del proveedor

Delegar toda la responsabilidad en el proveedor, sin contar con colaboración activa del equipo interno limita el aprendizaje de las personas encargadas de su utilización, dificultando la gestión futura del sistema de forma correcta. La empresa pierde así autonomía y puede depender de terceros para ajustes simples que se requieran en un futuro.

Errores Técnicos y de Personalización

Personalización excesiva

Realizar una personalización excesiva del ERP puede generar complejidad en la implementación, incompatibilidades y mayores costes de mantenimiento en el futuro, pudiendo comprometer la implementación y la estabilidad del sistema.

Problemas de integración

No asegurar una integración adecuada del ERP con otros sistemas existentes de la empresa puede provocar procesos ineficientes, falta de conectividad entre los diferentes sistemas de la empresa y duplicidad en los datos. Esto afecta la calidad de la información y aumenta los tiempos de operación, generando costes extra para corregir los fallos.

Poner en marcha el sistema antes de tiempo

Poner en funcionamiento el ERP sin que esté completamente operativo y testeado puede provocar interrupciones graves y retrasos en la producción, impactando en la estabilidad del negocio y la satisfacción del cliente. También, puede generar gastos adicionales para corregir los errores que vayan surgiendo en pleno funcionamiento.

Errores en la gestión de datos

Migrar datos sin depurar

Muchas empresas trasladan datos obsoletos o duplicados al nuevo ERP, contaminando desde el inicio la base de información. Esto dificulta la generación de reportes precisos y confiables, complicando la toma de decisiones estratégicas.

Falta de estrategia de gobernanza

Sin definir roles, permisos y políticas en la calidad de los datos, el sistema pierde fiabilidad y complica la toma de decisiones. La ausencia de control sobre la información aumenta los riesgos de seguridad afectando la eficiencia de los procesos internos.

Recomendaciones para evitar errores al implantar un ERP

  • Definir objetivos y KPIs claros: es necesario saber qué se quiere mejorar y cómo se medirá el éxito del proceso. Esto ayuda a enfocar el proyecto y evaluar sus resultados de forma objetiva.
  • Involucrar a toda la organización: desde la dirección hasta los usuarios finales. La completa participación de los equipos asegura que el sistema responda a las necesidades reales de la empresa.
  • Elegir un ERP adecuado: que se ajuste a la realidad y sector de la empresa, evitando sobrecostes en licencias y módulos innecesarios. Un buen ajuste reduce fallos y facilita la implantación.
  • Planificar fases realistas: implantar por etapas permite controlar mejor los riesgos. Así se evitan interrupciones y se logra una adopción más fluida.
  • Realizar un plan de formación y soporte: usuarios bien preparados aseguran una adopción más rápida. La capacitación reduce errores y mejora la eficiencia del uso del ERP.
  • Depurar datos antes de migrar: la depuración de los datos garantiza información fiable desde el primer día, ofreciendo reportes precisos para tomar mejores decisiones y más precisas.
  • Contar con consultores expertos: aunque no es obligatorio externalizar, la experiencia de especialistas en implantaciones reduce el número de  errores. Sus conocimientos aceleran el proceso y evitan problemas comunes.

Preguntas frecuentes sobre la implantación de un ERP

¿Cuánto tiempo se tarda en implantar un ERP?

Depende del tamaño y complejidad de la empresa. Una implantación puede ir de 3 meses a más de un año. Planificar bien las fases es clave para no extender los plazos y evitar los errores más comunes al implantar un ERP.

¿Qué sectores suelen tener más dificultades en la implantación?

Los que manejan procesos muy específicos, como fabricación de cosméticos o transporte, donde la personalización del ERP suele ser mayor.

¿Es posible implantar un ERP sin parar la operación de la empresa?

Sí. Con una estrategia de implantación progresiva por módulos o departamentos, se logra minimizar el impacto en la operativa diaria.

¿Qué errores afectan más al presupuesto?

Las personalizaciones innecesarias, la falta de análisis previo y los retrasos en la migración de datos son las principales causas de sobrecostes.

¿Qué ocurre si después de implantar el ERP no cumple las expectativas?

Lo ideal es haber definido los KPIs y objetivos medibles para ajustar el sistema durante el periodo post-implantación y evitar inversiones improductivas.

Implantar un ERP es una decisión estratégica que, bien gestionada, puede transformar una empresa. Pero también es un proceso complejo en el que abundan los errores si no se planifica correctamente. Conocer los errores comunes al implantar un ERP y anticiparse a ellos es la mejor forma de garantizar que la inversión genere un valor real y duradero.

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